ANTOINE BABUTY DESGODETS, Medidas del Pantheon
Francisco Martínez Mindeguía
Català    English


Éste es el alzado principal del Panteón de Roma, dibujado por Antoine Babuty Desgodets y publicado en Les édifices antiques de Rome, dessinés et mesurés tres exactement, 1682.

Posiblemente el Panteón es uno de los edificios más dibujados de la historia de la arquitectura, con una carga simbólica que afecta a muchos aspectos de la arquitectura. De todos los restos de la antigua Roma, quizás éste sea uno de los edificios más emblemáticos, conservado entero y con pocas alteraciones. Se ha valorado de él la claridad formal, la lógica del sistema constructivo, el contenido simbólico de su diseño,... Estudiando su óculo, Brunelleschi descubrió cómo construir la cúpula de Santa María del Fiore, de Florencia, sinó necesidad hacer costosas cerchas de apoyo, y dibujando su interior, Rafael entendió la manera correcta de representar la arquitectura antigua.

Evidentemente, el interés por el Panteón está relacionado con el interés por la arquitectura antigua de Roma, que empieza en el Renacimiento con la literatura y los estudios de Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Cuando, en 1337, Petrarca fue a Roma para conocer el lugar y los edificios de la antigua Roma, para conocer directamente aquello de lo que se hablaba en los escritos de Cicerón, se encontró con una ciudad que no conocía su antigüedad. Desesperado llegó a decir, ¿quién es más ignorante de la historia de Roma que los romanos? [...] En ningún lugar es Roma menos conocida que en Roma (en Trionfi e canzoniere, 1494).

Se suele aceptar que estos arquitectos consideraban la arquitectura de la Roma antigua como el modelo de excelencia para copiar y aprender. Esto no es así de manera literal porque también los arquitectos barrocos la tuvieron como modelo y también la tuvieron los neoclásicos, y sus arquitecturas son muy diferentes entre sí. Lo es porque el que copia, al menos si lo hace de manera inteligente, siempre selecciona y valora antes de copiar. Cada uno ve en la antiguedad lo que busca, lo que tiene que ver con lo que para él tiene sentido. Thomas Browne, un escritor del siglo XVII, decía que el mundo que veo soy yo mismo, es el microcosmos de mi propio ámbito sobre el que pongo mi mirada (Religio Medicis, 1642). No se entiende sino que el mismo modelo haya servido por los renacentistas, los barrocos y los neoclásicos.

Por ejemplo, los arquitectos del Renacimientos nunca copiaron la articulación de las columnas del Arco de Constantino,
 


Ni tampoco las del Forum Transitorium, que tenían en Roma. Pero los arquitectos barrocos sí.
 


Los arquitectos renacentistas y barrocos veneraban a Vitruvio y la arquitectura de la antigua Roma, pero reconocían que tenían defectos, que todos los modelos no eran igual de buenos y que había que elegir bien. Los restos de la antigüedad siempre han estado allí, sin cambios, para que cada uno tome de ellos lo que quiera. Y así se ha hecho.

Desde estos primeros tiempos los arquitectos entendieron que había que ir a Roma para ver directamente lo que sólo conocían por referencias. Esto quiere decir que iban y la dibujaban. Algunos de estos dibujos se conservan, en bibliotecas, archivos o museos. Otros fueron publicados. Uno de los edificios más representados fue el Panteón, tanto por sus cualidades formales como por haberse conservado intacto. Por otro lado, es un edificio que siempre planteó problemas de representación.
 

 

Éste es uno de estos dibujos, de Francesco di Giorgio Martini (1439-1502).

El problema es que, voluntariamente o no, los dibujos no se correspondían con la realidad. Este dibujo de Giorgio Martini tiene dos áticos, una orientación diferente de los edículos y no se ha dibujado el óculo.

El arquitecto del Renacimiento encuentra en los restos romanos lo que busca para su arquitectura y cuando dibuja, no representa tanto el edificio como la interpretación personal que él ha hecho del edificio.


   
  Este dibujo es de Bernardo della Volpaia, un arquitecto que trabajó en Roma con Bramante y la familia Sangallo, pero del que no se sabe cuando nació o murió (es un dibujo del Codex Coner, fol. 35)

Otro dibujo, en este caso atribuido a Rafael (1483-1520) pero que podría ser una copia de un dibujo suyo (se conserva en Florencia, Uffizi A 164)
 


Se dice que, cuando Rafael recibió el encargo de dirigit las obras de San Pedro tras la muerte de Bramante, intentó encontrar una manera útil para representar el espacio interior de la cúpula que tenía que hacer. Y por eso fue a dibujar la del Panteón y vio que no se podía representar con perspectivas, porque sólo daban imágenes parciales, nunca una imagen global. A partir de esta experiencia y otras similares, escribió la famosa carta a León X, en 1519, recomendando hacer una catalogación de toda la arquitectura antigua, representándola en planta, sección y alzado.

El siguiente es una copia anónima del dibujo anterior (o una copia del mismo original).
 


La dificultad de representar este espacio, con una perspectiva, quedó como un reto, que intentaron resolver, entre otros, Giovanni Battista Piranesi (1720-1728),
 


Pero para conseguir esta imagen ha habido que situar el punto de vista fuera del edificio, eliminando un tramo del muro perimetral.
 

  Lo hizo también Giovanni Paolo Panini (1691-1765), con una solución que implicaba situarse fuera del interior.

Hay ejemplos mixtos, como el de Nicolas Beatrizet (? -1565), un famoso dibujante y grabador, que siempre son imperfectos.
 

Las ideas de Rafael fueron seguidas por Antonio da Sangallo il Giovane y por Baldassarre Peruzzi. El siguiente es uno de los dibujos de Peruzzi (1481-1536) (se conserva en la Biblioteca Comunale Ariostea, MS Classe I, n. 217).
 


El conocimiento amplio, de carácter humanista, fue el objetivo de los arquitectos del Renacimiento. Pero el conocimiento cada vez se hizo más especializado y la importancia de los datos cada vez fue mayor.

Durante el Renacimiento se publicó el tratado de Alberti (1404-1472), que no tiene dibujos. Lo que aporta es un razonamiento teórico que completa y permite analizar los restos de la antiguedad presente en Roma. Un dibujo, cualquiera, sólo aportaría concreción al razonamiento teórico y reduciría su amplitud. En el siglo siguiente, los tratados ya tuvieron dibujos e, incluso, algunos casi no ten&ioacute;an texto.
 

 

El más importante, por la amplitud que se quería abarcar, quizá fue el de Sebastiano Serlio que, como era inevitable, también dibujó el Panteón, en ese caso en planta, sección y alzado,

     
 
(Les imatges pertenecen Il Terzo libro d'Architettura, publicado en 1540)

El otro tratado, que posiblemente lo superó en prestigio, fue el de Andrea Palladio (1508-1580), I Quattro Libri dell'Architettura, de 1570,
 

 
 

Por motivos que valdría la pena analizar, en tiempo de Degodetz (segunda mitad del XVII) la autoridad de Palladio llegó a ser incuestionable en Francia. El problema, sin embargo, con el que se encontraban los arquitectos de este tiempo es que su interés por la precisión de los datos no quedaba satisfecho por los dibujos de estos autores, ya que eran diferentes entre sí. Era un problema porque, si los datos y proporciones de la arquitectura antigua eran tan importantes, era necesario tener datos precisos. Por este motivo, el primer ministro de Luis XIV (el rey Sol), Jean-Baptiste Colbert (desde 1619 hasta 1683) envió a Desgodets en Roma, en 1674. Su misión era dibujar y acotar los monumentos antiguos. En este tiempo, Colbert ya había fundado la Académie Royal de Peinture et de Sculpture (1648), la Académie de France en Roma (1666) y la de Architecture, en París (1671). Más tarde será también el que instaurará los Prix de Rome.

Desgodets viajó a Roma en barco, con algunos pensionados de la Academia. En la época de Luis XIV se había creado también la figura del pensionado del rey, por la que un estudiante de probada capacidad era enviado a Roma para completar sus estudios. El barco que los llevaba fue secuestrado por piratas de Túnez y estuvieron dieciséis meses prisioneros, antes de llegar a Roma.

Degodets tenía entonces 21 años y estuvo en Roma diecis&oeacute;is meses más, hasta el verano de 1677. Sin ayudantes que consten, midió 49 monumentos, con una precisión que no se había visto antes y el trabajo fijó el nivel de referencia para a todos los trabajos similares que se hicieron después. El libro se publicó en 1682, con el título Les édifices antiques de Rome, dessinés et mesurés tres exactament. El Panteón es el edificio que centra la atención del libro, con el mayor número de láminas.
 

 
 
 
 
 
 


Degodets acabó dibujando los 3 tipos de capitel diferentes del pórtico, los 3 del interior y los 3 del altar, además de las cornisas, la puerta y el muro.

El trabajo permitió comprobar que no había coherencia en las proporciones de la Antiguedad: que esto era un mito. Y lo que fue más grave: cuestionaba los dibujos de Palladio. Esto era un problema para el pensamiento francés, hijo de la monarquía absoluta, que había convertido un tema de gusto, de tendencia o de sensibilidad (siempre arbitrarios), en una norma incuestionable. Los académicos calificaron negativamente el trabajo, primero porque ponía en crisis los valores que sustentaban su credibilidad, segundo por el exceso de medidas que había en los dibujos y, tercero, por la juventud del autor.

A partir de aquí, todos los trabajos se calificaron en relación con éste.
 

Bibliografía recomendada:
- Tod A. Marder, "Bernini and Alexander VII: Criticism and Praise of the Pantheon in the Seventeenth Century", The Art Bulletin, vol. 71, nº. 4, dec. 1989, pp. 628-645.
- W. Herrmann, "Antoine Desgodets and the Académie Royale d'Architecture", The Art Bulletin, vol. 40, nº. 1, mar. 1958, pp. 23-53.
- Flavio Celis D'Amico, "Desgodetz y los orígenes del levantamiento Moderno", Revista EGA, n. 11, 2006, pp. 77-87.

© de los textos Francisco Martínez Mindeguía

>>  Vuelve al inicio de la página

>>  Vuelve a Dibujos Ejemplares de Arquitectura

>>  Vuelve a la página de inicio