STIRLING & GOWAN, Los laboratorios de Leicester, 1960
Francisco Martínez Mindeguía

 
Esta es una de las más famosas axonometrías de James Stirling y James Gowan, hecha para explicar la volumetría del edificio de laboratorios de ingeniería de la Universidad de Leicester, Inglaterra, (los dos arquitectos trabajaron juntos entre 1956 y 1964).

Es una axonometría militar. Las verticales se mantienen y la planta está girada 45º, de modo que las líneas de las claraboyas quedan horizontales y dejan de verse los extremos. La posición también dificulta la comprensión de la rampa de la izquierda del bloque triangular. En 1959, cuando recibieron el encargo, el estudio de Stirling y Gowan era pequeño; fue esta obra la que los hizo famosos y, según algunos, fue su mejor obra.

Una de las primeras decisiones del proyecto fue agrupar las oficinas y los auditorios en dos torres altas y liberar el resto del solar para colocar los talleres. Las torres permitían situar en lo alto un gran depósito de agua, que el director del Departamento de Ingeniería (Edward Parkes) necesitaba para los talleres.
 

  Ésta es la maqueta del proyecto inicial,
     
 

En febrero de 1960 ya habían decidido que serían dos torres, unidas por un núcleo de comunicaciones, y apoyadas sobre dos auditorios, levantados a su vez del suelo.

Habían decidido también que las claraboyas serían en diente de sierra, orientadas de este a oeste, para favorecer la entrada de luz del norte e impedir la del sur. Por tanto, orientadas a 45º grados respecto de la planta. Al principio resolvieron las pendientes de modo que en la intersección los muros perimetrales dieran perfiles también de 45º.


Ésta es una perspectiva del proyecto en ese momento,
 
     
  En la solución final, los dientes de sierra de las cubiertas se convierten, aparentemente, en prismas de sección cuadrada, con una sorprendente solución en la entrega con los muros perimetrales.
     
  Una de las partes más características de la cubierta.

Al mismo tiempo la situación de las torres ha cambiado y ha habido que achaflanar la torre baja, al parecer, por un problema con los límites del solar. Se achaflana a 45º y se achaflanan también las aristas de la torre alta (ver en la planta que la cubierta se orienta hacia el norte).
 

Para representar del proyecto en una axonometría, en la que se vean correctamente los extremos de los "primas" cuadrados de la cubierta, escogen la siguiente terna,
 

Se trata de una axonometría que al mismo tiempo es de las que conocemos como "militar", porque muestra la planta sin deformar, y como "caballera", porque el plano frontal en el que se encuentran los extremos de los prismas tampoco se deforma. Es una de esas combinaciones difíciles, que sólo funcionan bien en casos singulares. En este caso tenía la ventaja de mostrar la verdadera forma de estos cuadrados de la cubierta. Sin embargo, se producía una lectura ambigua porque las líneas de la cubierta se confundían con las verticales. Los bloques altos se confundían con la cubierta y la forma de ésta tampoco quedaba bien y costaba entender su volumetría. Esta ambigüedad iba en contra de uno de los "principios" que Stirling y Gowan querían respetar en el proyecto, que era que los diferentes usos del edificio quedasen claramente expresados en el exterior. Era algo que compartían con otros arquitectos de su generación; con ellos creían que el excesivo racionalismo que dominó en la arquitectura después la guerra, comprometía los valores del Movimiento Moderno y eliminaba todo el carácter en la arquitectura. A Stirling y Gowan les interesaba señalar las diferencias entre los volúmenes principales: la torre, con usos concretos que no se preveía que cambiasen o se ampliasen en el futuro, para los que se diseñaban espacios concretos, y los talleres, para los que diseñaban un cobertizo neutro, dentro del cual podían producirse cambios sin repercusión exterior.

Finalmente optaron por cambiar de terna,
 


Con esta terna el final de las claraboyas queda de perfil y no se ve; para verlo habría que girar la terna 15º al menos. Stirling y Gowan sacrifican la visibilidad de estas claraboyas, a pesar de su originalidad, a cambio de mantener el rigor de la representación: una axonometría militar con la planta girada 45º, de acuerdo con el ángulo que había sido decisivo en el diseño final.
 

Bibliografía recomendada:
- "James Stirling", A+U, 1990, p. 115, 117-1.
- Irenee Scalbert, 1993. Stirling et Gowan, 1963: Le Leicester Building. Le Moniteur Architecture, n. 46, noviembre, 1993, pp. 32-35.
 

© de los textos Francisco Martínez Mindeguía
 

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