La sección
Català (ETSAV-UPC)
Contenido:

 

Introducción

Llegados a este punto, todos sabemos que entendemos como sección de un edificio. Lo que haremos aquí será ver unos dibujos de secciones para entender mejor sus cualidades y posibilidades comunicativas.

Conceptualmente y de acuerdo con las convenciones de nuestro ámbito, entendemos como sección de un edificio a su intersección con un plano vertical, que se muestra frontalmente, en la que se elimina la parte de delante y se conserva o no la parte posterior. Estas condiciones permiten diferenciar la la planta, en la que el plano de sección es horizontal.

De este modo, la sección comparte la alta abstracción de la planta, en cuanto muestra una configuración que no podemos relacionar visualmente con una experiencia real, pero comparte también las características del alzado, en cuanto puede ser un "alzado interior".


Según esta convención, el siguiente dibujo representa un edificio seccionado y muestra su interior pero no es lo que entendemos como sección porque no se muestra frontalmente.
 
Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc, Sección en perspectiva de un palacio de Venecia, 1863.

El interés de la sección es que permite ver la altura del interior de los edificios, muestra cómo es su desarrollo vertical y cómo se relacionan las plantas entre sí. A diferencia del dibujo de la planta, que puede ser suficiente para describir un espacio, la correcta comprensión de la sección puede requerir relacionarla con las plantas. Por este motivo, a menudo se representan juntas y coordinadas verticalmente.

La situación del plano de sección

El provecho de las secciones requiere utilizar planos de intersección significativos que aporten el máximo de información posible, relacionada con la forma del interior. La elección del plano de sección dependerá de la geometría del edificio (o del cuerpo a seccionar). Si es simétrico bastará con una sección longitudinal (siguiendo el eje de simetría).

Erik Gunnar Asplund, Capilla del Bosque, Estocolmo, sección longitudinal y planta, 1918-1920.

En este caso la sección vertical aclara perfectamente cómo es el edificio por dentro y cómo se desarrolla verticalmente. Permite ver la gran altura de la cubierta y que el espacio central está cubierto por una cúpula. Hay que advertir que, en este caso, es importante que el plano de sección pase por el centro ya que, fuera de este punto, la sección mostraría un semicírculo de radio inferior y la lectura sería errónea. Quizás sería conveniente una sección transversal, también por el centro de este cúpula.
 

Erik Gunnar Asplund, Capilla del Bosque, Estocolmo, sección transversal, 1918-1920.

Aquí la sorpresa no es tan grande. Básicamente, vemos lo que ya sabíamos, con una mejor comprensión de la claraboya y de la planta sótano. Parece evidente que esta sección debía hacerse también por el centro del espacio de la cúpula.

Veamos ahora otros ejemplo, del mismo arquitecto.
 

Otro plano de sección significativo es aquel que coincide con las escaleras, porque muestra cómo se relacionan las diferentes plantas. En este caso coincidiendo también con el plano de simetría.

Como sucedió en el caso anterior, la sección nos descubre cómo son interiormente los espacios que vemos en planta. Vemos que el círculo de la planta es un cuerpo cilíndrico, más alto que el perímetro. Hay que ver que, debido a que la sección se ha dibujado sin diferenciar claramente las partes seccionadas, es difícil entender bien la parte inferior de la sala central.


 
 
E. Gunnar Asplund, Biblioteca d’Estocolm, 1918-1927
 
 
Si esta sección se ennegrece, la lectura de los cerramientos es más clara, se diferencia mejor el ancho de los pasillos perimetrales, la altura y forma del cuerpo de acceso. También vemos con claridad como el acceso lleva directamente al centro del cilindro de la biblioteca y el cuerpo vertical hueco que acoge el montacargas de libros.
E. Gunnar Asplund, Biblioteca d’Estocolm, 1918-1927
 
 

Si la planta de estos edificios no es simétrica habrá que hacer más secciones para entender bien cómo son interiormente.

Eduardo Souto da Moura,  Casa “Bom Jesus”, Braga, planta superior, 1989-1997.

Este ejemplo es de una casa con dos plantas con acceso por la inferior, por un espacio de doble altura, a la izquierda, que ocupa las dos plantas (las diferentes secciones están señaladas en la planta con líneas de trazos). Posiblemente, la sección más interesante para describir esta estructura es la que aquí se ha colocado encima de la planta, ya que muestra el espacio que relaciona ambas plantas y también parte de la planta sótano. Son convenientes también las tres secciones transversales y colocadas giradas para poderlas relacionar mejor con la planta. La de la izquierda muestra el espacio del acceso y, con más claridad, la percepción de este espacio de doble altura. Las otras dos, a la derecha, están hechas por lugares singulares: por el baño, para poder completar la información de la claraboya de iluminación y ventilación, y por la escalera de acceso a unas salas de la planta inferior. Estas tres secciones muestran además la relación del espacio interior con la gran terraza frontal y el espacio que ocupa la planta inferior. La sección de la parte inferior, que es una sección longitudinal por esta terraza y un alzado de la planta superior; no es demasiado interesante porque no aporta información realmente nueva.

La diferenciación conceptual

En el uso que hacemos de la sección y debido a la alta abstracción que conlleva, a menudo la representación del espacio no se limita a lo que "vemos" detrás del plano de sección o a las cuestiones estrictamente formales, sino que se utiliza para indicar las diferencias cualitativas de las partes, de acuerdo con lo que se quiere comunicar de este espacio. Vemos ahora un caso singular.

Este es el interior de la sala principal del Mercado de Trajano, de Roma (del siglo II), obra del arquitecto Apolodoro de Damasco, que también construyó el Panteón. La originalidad del sistema de cubrición, que sustituye la tradicional bóveda de cañón para bóvedas transversal apoyadas en pilares con ménsulas, permite ampliar el nivel superior con galerías en los dos lados, abiertas cenitalmente con claraboyas, por donde entra la luz que ilumina todo el recinto. Estas galerías están abiertas sobre la "calle" central y todo el perímetro de ambos niveles está ocupado por tiendas cerradas e iluminadas por ventanas abiertas sobre las puertas.

La estructura de este espacio se puede representar sintéticamente con una sección transversal, como la siguiente.

Mercado de Trajano, Roma, 107-110.
 

 

El espacio descrito es éste. Se han diferenciado claramente las partes seccionadas para hacer evitentes las partes vacías y, especialmente, la claraboya de iluminación. Se ha diferenciado también el plano próximo de ladrillo para diferenciarlo del fondo y el dibujo del contorno de unas personas permite intuir el tamaño del espacio.

Sin embargo, al tratar igual el espacio interior de las tiendas del de la calle y las galerías, el concepto estructural no queda correctamente expresado.

Alberto Berengo Gardin, Mercado de Trajano, sección
 
Posiblemente, una solución mejor sería la siguiente.
De esta menara, el espacio de la nave y las galerías se equiparan con el espacio abierto del exterior, aunque se entiende que están en el interior del edificio, y el espacio de las tiendas, por contraste, se entiende como espacio interior, mejorando así la lectura de la sección.
A. Berengo, Mercado de Trajano, sección corregida
 

El dibujo se construye a partir de lo que se quiere explicar y es esto lo que determina la valoración de unas partes en relación a otras. Son las diferenciaciones las que determinan lo que los otros leerán del dibujo: el observador las detectará e intentará entender la razón de que las justifica.

Veamos ahora un caso diferente de cualificación de un espacio seccionado:

Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón, Museu de Belles Arts de Castelló, 1997-2000.
 

Esta es la sección transversal del Museo de Bellas Artes de Castellón. Todas las plantas son iguales pero hay un espacio de doble altura que se va desplazando en diagonal, formando una especie de cascada de huecos. Inicialmente, este espacio es siempre igual pero construye lugares diferentes en cada planta. Esta es la sección característica del museo y esta cascada es su aspecto más significativo. Todo esto, sin embargo, no es muy evidente en este dibujo. Se puede deducir pero no se percibe la relación.
 

Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón, Museu de Belles Arts de Castelló, 1997-2000.

Éstas son las vistas, de arriba a abajo, de esta cascada. Los arquitectos consideraron que esto se tenía que explicar mejor e hicieron la siguiente versión de la sección.

Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón, Museu de Belles Arts de Castelló, 1997-2000.

El dibujo se concentra en resaltar este aspecto, a costa de dificultar la comprensión del resto. La cascada de espacios de doble altura ahora se percibe claramente y se comprende el efecto que se quería conseguir. Junto a los espacios en cascada, el dibujo resalta las claraboyas (la luz).

En el siguiente dibujo se toma una decisión similar para concentrar la lectura en un aspecto concreto del dibujo.

David Chipperfield, Ampliación y reconstrucción del Neues Museum, concurso, Isla de los Museos, Berlín, 1994.

El arquitecto consigue que nos fijemos en los dos patios y en el "pasillo" que conecta lo que hay a la izquierda de este dibujo con lo que hay a su derecha. Lo hace acentuando el relieve de estas partes, con el color y las sombras, en contraste con los tres cuerpos seccionados que limitan los patios, grises y sin sombras. Como resultado, estos tres cuerpos parecen ser sólidos, en contraste con la profundidad aparente de los patios.

Un caso similar es el del siguiente dibujo, que corresponden a un proyecto de concurso para el edificio del Reichstag de Berlín, de 1872.

Se trata de la sección transversal del edificio, que muestra el recorrido desde el acceso, a la izquierda, hasta el espacio central de la cúpula, que está antes de la sala de reuniones, que queda a la derecha del dibujo y que no se ve aquí. Este espacio y el recorreido hasta llegar a él tienen un gran valor simbólico y escenográfico que el dibujo ha querido acentuar. Para ello, los autores reducen el contraste en las partes que no corresponden a este recorrido, mostrándolas sin sombras o con unas sombras diluidas. De este modo, la lectura del dibujo se concentra en esta parte y las partes diluidas ayudan a entender el resto del edificio. En este caso, la sección blanca de los muros ayuda también a concentrar el interés en este espacio interior.
Emil Lange y Joseph Bühlmann, Concurso para el edificio del Reichstag, Berlín, 1872.
 
 

El volumen aparente

Como se ha visto en los dibujos anteriores, hay casos en los que, para que una parte del edificio o un aspecto concreto se entienda bien, conviene reducir el mensaje a lo que se quiere explicar y dejar de decir algunos datos que podrían distraer o hacer que la claridad se perdiera. Los siguientes casos aplican esto de modo radical.

En el primer ejemplo, se trata de dos tratamientos diferentes de una misma sección, del mismo arquitecto y del mismo proyecto.

Glenn Murcutt, Casa Magney en Paddington, Sidney, Nueva Gales del Sur, 1986-1990, sección longitudinal.

Se trata de la sección longitudinal de un edificio de dos plantas en un terreno en pendiente, con acceso desde los dos extremos a dos niveles diferentes. La cubierta es a dos aguas y, aparentemente,está hecha con una estructura de madera. En medio de esta estructura se puede distinguir un conducto vertical que conduce la luz desde una claraboya, diseñada para iluminar la parte central de la planta superior.

En la siguiente sección se ha ennegrecido la zona interior de la cubierta, a excepción de la parte de la claraboya, con lo que la lectura de este conducto es más clara. Evidentemente, el dibujo no refleja la realidad constructiva, ya que la cubierta no es un volumen macizo, pero se ajusta a la percepción que tenemos de este volumen interior.

Glenn Murcutt, Casa Magney en Paddington, Sidney, Nueva Gales del Sur, 1986-1990, sección longitudinal.

Siguiendo en esta línea, en esta sección no se ha dibujado la cimentación que sí aparecía en la anterior. Este tratamiento del terreno no es coherente con la voluntad de mostrar sólo lo que se percibe visualmente, y se crea un desequilibrio extraño con el tratamiento del macizo de la cubierta. Quizás una solución más coherente fuera la siguiente:

Glenn Murcutt, Casa Magney en Paddington, Sidney, Nova Gales del Sud, 1986-1990, sección modificada.

El siguiente es otro caso similar.

Rafael Moneo, Museo de Arte Moderno y Arquitectura, Estocolmo, 1990, sección transversal.

El dibujo muestra la sección transversal de dos salas del museo. La cubierta está formada por una estructura de hormigón armado, en forma de pirámide de planta cuadrada, con un revestimiento exterior de plancha de zinc y otro interior de cartón-yeso, con cámaras intermedias en ambos lados. El revestimiento interior tiene un perfil característico que responde a razones acústicas, lumínicas y de alojamiento de las instalaciones eléctricas y de aire acondicionado. El objetivo de esta sección es mostrar estas capas, así como la composición de los muros verticales y de los forjados.

El siguiente dibujo, en cambio, pretende mostrar la relación de las salas con el terreno y con los edificios de alrededor. Ya no se trata de una sección constructiva y, por tanto, no es necesario mostrar también aquí cuál es la composición de los muros y cubiertas. Con buen criterio, el arquitecto ha optado por mostrar aquí sólo el perfil característico de la sala, el de la forma visible, y considerar el volumen como una unidad sin discontinuidades. Con el mismo criterio, ha omitido dibujar la cimentación y los muros de contención, que evidentemente sabemos que existen, pero esta omisión no resulta molesta porque la claridad y coherencia del conjunto lo compensa.

Rafael Moneo, Museo de Arte Moderno y Arquitectura, Estocolmo,, 1990, sección.

En este dibujo, el oscurecimiento del volumen aparente permite centrar el interés en la forma del espacio interior, que se deja blanco. El caso siguiente es diferente porque el objetivo del dibujo se concentra en la concreta descripción del espacio interior.

Emmanuel Brune, Escalera principal del palacio de un soberano, Grand Prix de Rome, 1863.

Aquí el objetivo del dibujo es la descripción del espacio interior, del que el suelo y el techo son los límites. Ocultar las zonas perimetrales refuerza la lectura de los contornos y los límites de este interior. Este es un ejemplo de cómo la sección es también un alzado interior, tratado con los recursos que vimos en su momento. Es un ejemplo también de cómo criterios aparentemente contradictorios se pueden combinar correctamente en un mismo dibujo: la oscuridad de la parte interior refuerza la profundidad y la parte diluida del exterior (arriba, a la derecha) logra el mismo efecto, permitiendo además entender mejor la separación entre dentro y fuera.

Emmanuel Brune, Escalera principal del palacio de un soberano, Grand Prix de Rome (fragmento), 1863.

 

© de los textos Francisco Martínez Mindeguía.

 

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