El alzado corresponde a un fragmento de una agrupación de 8 viviendas en hilera. Es una fachada compuesta por planos a diferente profundidad, que se ha intentado representar con las sombras y el diferente valor del rayado de las hiladas del ladrillo. El resultado puede ser correcto, pero si el mismo dibujo se imprime a una escala mayor el efecto cambia.

Se han eliminado las líneas del ladrillo y las de la carpintería. Sólo se ha mantenido la diferenciación de gruesos de línea, que permite entender que hay un plano avanzado respecto del otro. El alzado se limita así a mostrar la volumetría de la fachada.

Generalmente, se cree que hacer un dibujo con un tamaño inferior a la que quisiéramos es una limitación, porque implica una pérdida de detalle e, inevitablemente, una pérdida de información. No se entiende sin embargo que, por esta razón, se trata de un dibujo que tiene una aplicación diferente: no puede decir lo mismo ni de la misma manera. Sin embargo, puede decir menos cosas, pero las puede decir con más claridad. Veremos ahora algunos ejemplos que podrán ilustrar esta idea.

La escala conceptual

Consideremos el ejemplo del siguiente dibujo.

Del tamaño del dibujo nos puede dar una idea del tamaño de las letras, si consideramos que pueden ser de unos 2 mm. Es una sección constructiva que muestra la constitución interior de los muros, suelos y cubiertas.

Si reducimos el tamaño del dibujo, el detalle ya no será comprensible y se convertirá en un ruido molesto.

Como en el caso anterior, la versión reducida de la parte inferior es más clara que la superior, pero además ofrece una información que en la inicial no se llega a entender correctamente.