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Karl Friedrich Schinkel, Santa Trinità ai Monti,
Roma, 1803-1804
Schinkel (1781-1841) fue un gran dibujante y un gran
arquitecto, tal vez el más importante del siglo XIX, en Alemania.
Trabajó como dibujante y pintor antes que de arquitecto. Durante
mucho tiempo dibujó escenografías para teatros y paisajes, y se
nota en muchos de sus dibujos cierta cualidad escenográfica.
Cuando tenía 22 años viajó a Roma, para completar
sus estudios,
y estuvo allí dos años. Éste es un dibujo de aquel tiempo.
La imagen que se ve al fondo es la iglesia de Santa
Trinità ai Monti, en el extremo superior de la escalinata
de la popular Piazza di Spagna
y, dado que la acción sucede casi delante de la Villa Medici, la
Academia de Francia en Roma, tal vez los personajes sean pintores,
escultores o arquitectos de la Academia. Es interesante ver cómo
utiliza el color para aproximar los personajes del primer plano,
cómo utiliza también las
sombras, los claroscuros, los valores de línea y cómo deja el
fondo difuso para aumentar la sensación de lejanía.
De hecho mezcla recursos que pueden ser contradictorios si no fuera
porque hay un "ojo crítico" que los articula adecuadamente.
De modo general, Schinkel acostumbró a
utilizar este recurso gràfico para hacer evidente la profundidad del dibujo, colocando elementos en primer plano,
aparentmente anecdóticos pero útiles para la
lectura y comprensión de la profundidad. La imagen siguiente
es un buen ejemplo de ello.
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En el dibujo, Roma se ve desde un ático o la parte
superior de un edifici. El siguiente es otro ejemplo.
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En ambos casos, el tema del dibuix,
es la ciutat
de Roma, su perfil, la serie de cúpulas que forman
el paisaje característico de Roma. Como recordaba el arquitecto Bernini,
en París,
en 1665, "se ve San Pietro por un lado, el Campidoglio
por otro, por otro también el palacio Farnese, Monte Cavallo,
el palacio de San Marco, el Coliseo, la Cancillería, el palacio
de los Colonna y otros muchos edificios esparcidos aquí y
allí, que aparecen imponentes, magníficos y espléndidos" (Journal
du voyage du cavalier Bernini en France, 1885, p. 80). El motivo del primer plano queda al margen de
esto
pero va bién para acentuar la lejanía
del paisatge. En el último de los dibujos, además, hay dos personajes
que permiten introducir un contenido literario o sicológico, que se puede interpretar:
uno de elos contempla la ciudad como nosotros, y lo hace
sin expresión, inmóbil, paralizado por el espectaculo
que ve.
Este recurso había sido característico
de un famoso grabador belga que trabajó en Roma entre
1664 i 1670: Lieven Cruyl (1640-1720). Viendo sus grabados
parece difícil creer que no hayan influído en Schinkel.
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Estos son algunos de los dibujos que hizo para los grabados,
que lógicamente aparecen en posición inversa. Por orden,
son imágenes de la iglesia de Sant' Ignazio, de la Chiesa Nuova
con el Oratori de San Filippo Neri, del estado previo al actual
de la plaza
de la Fontana de Trevi y una vista del puente y del Castel Sant'Angelo
con San Pietro al fondo. En todos los casos hay un elemento sin importancia
aparente, anecdótico, en primer plano, con algún personaje trabajando.
Esto permite comprobar que los dibujos se pueden construir a partir
de las experiencies de otros dibujos, manteniendo, pese a ello,
su propia identidad. Schinkel ya era un gran dibujante cuando fue a Roma pero,
y posiblemente por ello,
supo ver el interés de este sencillo recurso compositivo
de Lieven Cruyl.
Tal vez por el carácter escenográfico de sus primeros
trabajos, Schinkel se acostumbró a colocar elementos
en el primer plano del dibujo per aumentar el valor de la distáncia.
Sucede con los personajes en color del dibujo del inicio y también
en otros que hizo después. El seguiente dibujo es una perspectiva del Teatro Nacional
de la Ópera, la Schauspielhaus, de Berlín, de 1821.
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Este primer plano de bloques de piedra, es aparentemente innecesario,
pero consigue delimitar
el espacio de la plaza que hay delante del teatro: mostrar que
existe.
Schinkel también utilitzó este recurso en alguna de
sus escenografías, como la del Templo
del Sol, para La flauta mágica,
de Wolfgang Amadeus Mozart, en 1815.
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O para la escenografía de la Plaza
del mercado, para la ópera Undine,
de Ernest Theodor Amadeus Hoffmann, en 1816.
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Bibliografía recomendada:
- Karl Friedrich Schinkel, Berlin und Postdam, Berlín oeste, Bauten und Entwürfe, 1980
- John Zukowsky, Karl Friedrich Schinkel. The Drama of Architecture, Tübingen, The Art Institute of Chicago, 1994
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© de los textos Francisco Martínez Mindeguía
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